El judo de Normandía se tambalea tras la última revelación sobre el club Perrey-Guerrier. Tras 4 años en un dojo de Le Havre, el propietario, el Club Nautique Havrais, decidió crear allí un club de boxeo. Sin dojo, el club se encuentra en una situación difícil.
Un duro golpe para el club Perrey-Guerrier
Después de entrenar a uno de los jóvenes talentos franceses, Luka Mkheidze, reciente medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio. Los 140 miembros del club se ven obligados a entrenar en el comedor de la escuela Jeanne d’ Arc, a más de 2 km del dojo habitual. Sí, has leído bien, es la única solución temporal que ha podido encontrar el club Perrey-Guerrier. La sala del comedor, de 44 m² , se utiliza temporalmente para las diversas clases de judo del club, que se imparten en grupos reducidos.
Alternativas complicadas
El club, que no dispone de Dojo, intentó encontrar nuevos locales en el ayuntamiento de Le Havre. Una de las soluciones propuestas al club de Perrey-Guerrier fue reservarles franjas horarias en otro dojo de la ciudad. Muy buena iniciativa, pero el problema es que está a más de 4 km del dojo habitual. El club considera que, de aceptar esta solución, “perderíamos el 70% de nuestros socios”. El problema es que no hay instalaciones libres en el centro de la ciudad que puedan acoger al club.
Un final que parece inevitable
El director del club , Thomas Destin, 3er dan de judo, no tiene palabras para describir la situación. “Es repugnante. ¿Cómo podemos luchar contra un ayuntamiento que no quiere que sigamos? Cerrará sus puertas al final de la temporada, en junio, y emprenderá nuevas aventuras en una nueva región, Angulema.
El club Perrey-Guerrier es uno de nuestros socios originales que siempre nos han apoyado. Les equipamos con nuestros diferentes kimonos de judo. Esperamos que los jóvenes de Le Havre puedan encontrar un club que les acoja de nuevo con los brazos abiertos.